Gel de cuidado íntimo ultra hidratante Saforelle

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Cuida de tu higiene íntima

El aparato genital femenino sufre diversos cambios fisiológicos durante la vida de la mujer y se ve afectado por los cambios hormonales que se sufren en las distintas etapas que atraviesa, como el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia. Saber cuidar la higiene íntima es esencial para mantener el equilibrio del ecosistema vaginal y así disminuir la incidencia de ciertas patologías y asegurar el bienestar de la mujer.


Posibles enfermedades de la zona genitourinaria

Higiene íntima y corporal

La zona genitourinaria de las mujeres es un área delicada que precisa de unos cuidados específicos. La vulva y la vagina poseen mecanismos de defensa, como el pH ácido o la flora bacteriana, pero cuando ambos se ven afectados por diversos agentes, tanto externos como internos, pueden surgir diversos problemas bastante habituales en las mujeres:

  1. Infecciones urinarias, la más frecuente es la cistitis o la infección de la vejiga. Los síntomas son dolor al orinar, ganas constantes de hacer pis, sangre en la orina y dolor abdominal. Otras infecciones de esta área son la uretritis (infección de la uretra) o la pielonefritis (infección de los riñones).
  2. Vulvovaginitis, inflamación de la vulva y la vagina que puede ser infecciosa o irritativa, y cuyos síntomas suelen ser flujo vaginal abundante, mal olor, picor, enrojecimiento, dolor en las relaciones sexuales o molestias al orinar.
  3. Candidiasis

¿Cómo cuidar la zona íntima?

La zona genital es muy sensible y por eso debemos cuidarla con más delicadeza que otras zonas, aunque no siempre es lo que hacemos. Para evitar estos problemas, es recomendable seguir una serie de consejos que evitan el desequilibrio de la flora microbiana de la vagina y la colonización de bacterias que pueden dar lugar a las infecciones:

  1. Utiliza un gel específico para la higiene vulvo-vaginal que respete el pH que tiene la vagina en cada etapa de la vida de la mujer y ayude a calmar posibles picores. No uses el mismo que para el resto del cuerpo.
  2. Lava solo los genitales externos. Lo mejor para lavar tu zona íntima es tu mano limpia, en las esponjas se acumulan muchos gérmenes.
  3. Cuando te limpies después de ir al baño, hazlo siempre de delante hacia detrás para evitar que las bacterias del ano entren a la vagina.
  4. Evita el papel higiénico perfumado, los baños de espuma, las duchas vaginales y los aerosoles o desodorantes íntimos.
  5. Usa ropa interior de fibras naturales que permita la transpiración.
  6. Después de bañarte en la piscina o la playa, no permanezcas mucho tiempo con el bañador mojado ya que la humedad favorece la proliferación de hongos.
  7. Haz pis antes y después de mantener relaciones sexuales o lávate la zona.
  8. Bebe al menos dos litros de agua al día.
  9. Ten cuidado con el exceso de depilaciones en la zona íntima ya que el vello púbico cumple la función de proteger la zona íntima y evitar el roce de la ropa.